El metal está experimentando un alza que lo ha llevado al precio más alto desde 2018. ¿Qué explica este fenómeno y cómo se proyecta ese valor de aquí a fin de año?

A fines de julio pasado, Mining.com señaló al cobre como el commodity más rentable en medio de la actual crisis global causada por el Covid-19, incluso por encima del oro (https://www.mining.com/forget-the-gold-price-copper-was-most-profitable-covid-19-trade/). En ese momento, Mining.com destacaba la estabilidad del precio del metal durante este turbulento año. Con el paso de las semanas, la estabilidad se convirtió en repunte: el precio con el que el metal cerró el viernes 28 de agosto alcanzó los 3 dólares la libra, su valor más alto desde junio de 2018.
¿Cómo se ve el futuro?
Las proyecciones, en estos tiempos, suelen ser inciertas. Las condiciones actuales del merado son volátiles, porque el escenario internacional se presenta demasiado cambiante: un rebrote grave en una economía clave, o el descubrimiento de una vacuna, pueden alterar drásticamente las condiciones.

Una predicción sensata
Basándose en el escenario actual, la Comisión Chilena del Cobre dio a conocer a comienzos de agosto su Informe de Tendencias del Mercado del Cobre para el segundo semestre de 2020, que contiene una proyección de US$ 2,62 dólares la libra como promedio de aquí a fin de año. “Eso significa que el precio del cobre puede rondar los US$ 2,70, consolidándose en ese rango, porque lo que ha pasado en el último mes ha conducido a un precio especialmente alto: la recuperación de la economía china, y otras más a corto plazo, como las potenciales paralizaciones de algunas operaciones en Chile, un riesgo que ha ido disminuyendo. Los datos más duros de la producción en julio y agosto en Chile y Perú deberían contribuir a relajar el mercado”, explica Jorge Cantallopts, Director de Estudios de Políticas Públicas de Cochilco.
Las señales de la minería chilena hacia el exterior han sido consistentes: “La producción de cobre en Chile no ha disminuido hasta el mes de junio, con niveles muy similares a los que estaban pronosticados. Cuando hubo un alza de los contagios en Antofagasta y Calama, el mundo estuvo muy atento a eso. Cuando en julio se anunciaron potenciales cierres o disminuciones en la producción, vimos un aumento del precio muy significativo por una potencial reducción de la oferta, sin que ello hubiera ocurrido todavía”, detalla Cantallopts.
Los números que proyecta Cochilco son conservadores por una razón: “Nuestro rol, más que predecir exactamente el precio del cobre, es entregar una estimación lo más insesgada posible, que recoja la mayor cantidad de información. No apostamos a alzas disparadas, sino a entregar datos que permitan elaborar políticas públicas y tomar una serie de otras decisiones. Nuestro objetivo es distinto, y nuestra proyección de comienzos de agosto está hecha con la mejor información de ese momento. Desde entonces vemos, afortunadamente, un mayor riesgo al alza: hoy nuestra proyección puede parecer conservadora”, dice Cantallopts.
El Banco Central de Chile también opera con esa sensatez: el último Informe de Política Monetaria, de junio pasado, proyectaba un precio de US$ 2,6 por libra de cobre, en un momento en el que las condiciones para el cobre recién comenzaban a mejorar después de la inestabilidad de comienzos de año.
“El cobre recuperó todo lo que había caído en marzo. En el corto plazo, vemos un escenario en el que es posible que alcance nuevos máximos, pero eso no significa que el cobre va a subir eternamente: en este momento hay un apetito por riesgo por las señales de recuperación, y probablemente el cobre quede cerca de los US$ 2,7 o 2,8 por libra, no mucho más que eso”, proyecta Sebastián Espinoza, analista de mercados de XTB Latam.

Dólar versus cobre
El precio del cobre también ha experimentado un alza gracias a la inestabilidad del dólar, “producto de lo lenta que ha sido la recuperación, y las malas cifras de la economía norteamericana, lo que genera niveles de liquidez que han mantenido alto al cobre. Hemos visto una gran caída en los empleos y se ve muy lejos la creación masiva de empleos, y eso hace que no se pueda revertir una política monetaria expansiva”, explica Cantallopts, y agrega que “en la medida en la que la economía norteamericana comience a recuperarse y supere además la incertidumbre de este año electoral, el dólar debería repuntar a nivel global, y eso podría llevar a la baja el precio de los commodities“.
Esa incertidumbre acerca del dólar debería equilibrarse en los próximos meses: uno de los factores en juego es la próxima elección presidencial del próximo 3 de noviembre, que ocurre en un ambiente políticamente polarizado que ha causado inestabilidades económicas y sociales.
Por ahora, el alza se sostiene, pero lo más razonable parece ser proyectar un escenario en el que esta tendencia tenderá a estabilizarse.
“El cobre tuvo esa famosa recuperación en forma de V de la que todo el mundo hablaba, y recuperó el cerca de 28% de precio que había perdido en marzo. Los índices de las bolsas en EE.UU. están al alza y eso, sumado a los paquetes de estímulo, genera un interés por inversión que ha contribuido hasta ahora a mantener al alza el precio del cobre. Hay que pensar que todavía puede haber una reactivación de la capacidad productiva que conduzca a algún descenso en el precio, o que por lo menos se estabilice”, según Espinoza.

Un nuevo equilibrio
En el mediano plazo, el alza de los commodities debería tender a estabilizarse. Es lógico: en el escenario actual, no sólo existe la posibilidad de contracción de la oferta, lo que tiende a elevar los precios. La demanda, si bien ahora está al alza, todavía sigue siendo menor a los niveles anteriores a la pandemia, lo que debería producir un nuevo punto de equilibrio en el que, sin embargo, el precio del cobre mantiene una constante.
“La economía china debería crecer en torno al 1% este año, y esa estimación implica una caída en la demanda de cobre en 3,2% este año. Ahora, la oferta también cae, cerca de 2,9%, según nuestras cifras, lo que genera una situación de un leve superávit en el mercado, poco más de 130 mil toneladas. Por eso, pensamos que pese a que la economía mundial no va a crecer y se va a mantener cerca del 5% a nivel global, creemos que el precio del cobre no va a caer, y por eso nuestra proyección no es muy diferente al precio que proyectamos en su momento para el año pasado. Vemos mucha estabilidad desde comienzo de junio, con un precio bastante plano que oscilará cerca de los US$ 2,9, que debería estabilizarse una vez que se recupere el dólar”, explica Cantallopts.
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